DVD:
1.
The Chaplin Collection: Monsieur Verdoux Warner Home Video (02/03/2004)
Reseña crítica: La película nos presenta al protagonista, Henri Verdoux (Charles Chaplin, en su primer personaje luego de décadas de interpretar al Vagabundo), recién casado con una dama de sociedad rica, integrante de la estirpe de los Couvais, quienes manifiestan su preocupación por dicho matrimonio. Verdoux, ni lerdo ni perezoso, arroja a su mujer a un incinerador con objeto de apoderarse de su dinero. "Liquidado" el asunto Couvais, Verdoux se concentra en Marie Grosnay (Isobel Elsom) y en Lydia (Margaret Hoffman), potenciales nuevas víctimas de este auténtico "Barbazul" francés que se dedica a tener varias parejas adineradas para especular con sus muertes (o bien acelerarlas). Su propósito no es otro que enviar efectivo a su legítima y minusválida esposa e hijo (Mady Corell y Allison Roddan), que viven en un pueblito de provincia ignorantes de la verdadera fuente de dinero que les permite vivir. A pesar de su efectividad para ocuparse de tantas ricachonas parasitarias, Verdoux tiene dificultades para deshacerse de Annabella (la hilarante Martha Raye), que elude sin darse cuenta todos los intentos de Verdoux. Como si esto fuera poco, comienza a ser seguido por un detective (Charles Evans) que le sigue la pista desde el caso Couvais. Se trata, según indica el subtítulo, de "una comedia de asesinatos", sin embargo, el filme tiene menos pasos de comedia que tristeza y justo resentimiento ante la triste culminación de la II Guerra Mundial, en que la esperada paz final se convirtió en un preparativo para un nuevo y eterno conflicto. Chaplin destila amargas críticas contra la guerra con el famoso diálogo: "matar una persona te convierte en un villano, matar a millones en héroe. Los números santifican". Esta comparación, fuera de lugar (ya que compara el crimen en sociedad con el crimen en la guerra), está vertida en el momento justo en que los Estados Unidos se lanzaban a la paranoica "caza de brujas" macarthysta bajo una reinterpretación de sus propósitos durante la Guerra (primero vencer al totalitarismo nazi-fascista y luego al comunismo). Lo que si es válido es el carácter polémico de las premisas de Verdoux que, vistas sin prejuicios ni anteojeras, plantean inquietudes en aquel entusiasmo bélico de antaño. Como era previsible, la película cayó mal en los Estados Unidos y fue víctima de boicots. Claramente, la democracia más antigua del mundo aún no estaba preparada para semejante cuota de sarcasmo e ironía, y los comentaristas la rechazaron con cualquier pretexto. Chaplin respondió con una brillante cita: "Von Clausewitz dijo que la guerra es la lógica extensión de la democracia; M. Verdoux siente que el asesinato es la lógica extensión de los negocios". Años después, lejos de prejuicios y de polémicas, la crítica reconoce la película como una de las más logradas de Chaplin. [Cinefania.com]
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