GRANDES RELATORES DE NUESTRO FÚTBOL: MARCEL CARAUJO

En esta, la segunda entrega de la serie Radio para Leer, CINE BRAILLE pretende hacer justicia con un gran relator olvidado de nuestro fútbol, el lomense nacido en La Coruña Marcel Caraujo (Marcelo Carlos Arau Jordán). Caraujo, maestro del decir directo y desinhibido, conmovió al tradicionalista mundillo del relato radial argentino de hace unas décadas al traer al mismo el lenguaje de la calle, de la tribuna popular, del prostíbulo, cuando no del pabellón de reincidentes. Marcelo Araujo, el relator del pueblo, ha reconocido varias veces su deuda para con Caraujo, al que homenajeó hasta en la elección de su nombre artístico (Araujo se llama en realidad Lázaro Silberman). Con ustedes, un ejemplo del particular estilo de relato de Caraujo.   

Qué hijo de puta Poroto Neumann, qué buen caño le metió a Solari… Y claro, Solari lo levantó por el aire, sólo le faltó meterle una patada en los huevos al lateral de Quilmes. Ya sancionó el tiro libre el árbitro, este colorado culón que ahora no me sale el nombre… ¡La puta que lo parió! ¡Ardohain se llama el árbitro! ¡El pampeano Ardohain! Me lo voy a tener que anotar, no puede ser que vayan 35 minutos de partido y no lo pueda recordar. Aparte ya intervino como cuarenta veces este colorado culón, la mayoría para cagada: pareciera que no ve una puta vaca en un baño.

Se levanta Poroto Neumann, bastante dolorido, con cara de que le hubieran roto el culo de parado. Treinta y cinco minutos de un primer tiempo que es una mierda, una patada atrás de la otra, y empatan cero a cero Quilmes y Atlanta en cancha de Lanús. Toma la pelota Zámolo, supera la marca de Screpante, encara a Cherubito, hay un rebote, Screpante la tira lejos… Lateral para Quilmes. Señor Álvarez Acosta, dígame ¿qué hacemos relatando este partido de mierda? ¿Y si nos ponemos a contar chistes, que es más entretenido? ¿Sabe qué le dijo un clítoris al otro? “Me dijeron que vos no acabás nunca”. Y el otro le contestó “no des bola, son las malas lenguas”. ¡Jajaaaaaa! ¡Buenísimo! ¿no, Álvarez Acosta? Nada que ver con este partido pedorro. ¡Hágame acordar después que le cuente el del pelado que fue a comprarle forros al quiosquero que tenía un loro, hágame acordar por favor que ese chiste es para mearse de la risa! Hay córner para Atlanta: todavía no entiendo cómo mierda hizo Atlanta para pasar la mitad de la cancha. Qué planteo más cagón el del club bohemio. Pareciera que les hubieran dicho que si patean al arco los circuncidan en seco, che… A ver, va a ejecutar el tiro de esquina el experimentado Urzi… ¡Uy, gol en contra! ¡Gol, gol, gol gol gol gol gol gol gol! ¡Gooooooool de Atlanta! ¡Gol de Atlanta, el pelotudo de Cirio en contra! ¡Hay que ser boludo, Álvarez Acosta, el gol en contra que se hizo este muchacho! ¡Quilmes 0, Atlanta 1! ¡Cirio en contra! ¡Cirio en contra, y no es el cirio pascual, porque Cirio se la metió igual! Cirio saltó junto con Bernasconi al borde del área chica, en el primer palo, y se llevó por delante la pelota, que se le metió en el ángulo a Del Bianco. Poroto Neumann le debe estar diciendo a Cirio que es un reverendo pajero ¡la garompa de gol que te hiciste, flaco! Teníamos un partido cerradísimo, un embole de partido, y se abrió el marcador de la única manera en que se podía abrir el marcador en esta bosta de partido: de puro orto, con una cagada. ¿Qué quieren que les diga, señores oyentes hinchas de Quilmes? Ahora, a chuparla bien chupada.

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